Villarato "Dícese de la conspiración urdida desde las altas instancias de la Real Federación Española de Fútbol con intención de otorgarle los títulos al Barça, y a la que da su nombre el presidente de la mencionada federación, Angel María Villar". Desde hace varios años, desde Madrid y más concretamente desde As en la persona de Tomás Roncero, se viene defendiendo lo indefendible, que el Barcelona gana sus partidos y títulos, por cierto cinco en menos de un año, por ayudas y favores arbitrales.
Tal afirmación, lógica teniendo en cuenta los favores que recibe muchas veces el Barcelona, pierde toda credibilidad cuando sale de la boca de un madridista, el otro gran beneficiado de la poca personalidad de muchos árbitros. Si no que le pregunten la temporada pasada a Juanfran, expulsado tras recibir dos penalties de libro, o que le pregunten a la Juventus la posición de Mijatovic en el gol de la séptima, etc...
Cada cierto tiempo, la teoría conspirativa reaparece. Lógicamente, no lo hace cuando el Barça padece un error arbitral, ni tampoco cuando sus rivales (Sevilla, Madrid, Valencia) se benefician de uno de ellos. El ‘Villarato’ resurge cada vez que el equipo de la ciudad condal recibe uno de esos favores arbitrales (muchas veces, demasiadas veces), sin importar en exceso la magnitud del error, sus circunstancias o atenuantes o sus precedentes. Para dicha teoría, un error que favorece al Madrid o el Sevilla sólo es un error, pero un error que beneficie al Barça es un nuevo robo de esa mafia que maneja Villar. La gasolina del ‘Villarato’ la aportan sin desmayo columnistas como el director de “As”, Alfredo Relaño, periodista experto, ecuánime y sensato en tantas otras cuestiones, y algunos colegas de su órbita, Tomás Roncero.
Tal afirmación, lógica teniendo en cuenta los favores que recibe muchas veces el Barcelona, pierde toda credibilidad cuando sale de la boca de un madridista, el otro gran beneficiado de la poca personalidad de muchos árbitros. Si no que le pregunten la temporada pasada a Juanfran, expulsado tras recibir dos penalties de libro, o que le pregunten a la Juventus la posición de Mijatovic en el gol de la séptima, etc...
Cada cierto tiempo, la teoría conspirativa reaparece. Lógicamente, no lo hace cuando el Barça padece un error arbitral, ni tampoco cuando sus rivales (Sevilla, Madrid, Valencia) se benefician de uno de ellos. El ‘Villarato’ resurge cada vez que el equipo de la ciudad condal recibe uno de esos favores arbitrales (muchas veces, demasiadas veces), sin importar en exceso la magnitud del error, sus circunstancias o atenuantes o sus precedentes. Para dicha teoría, un error que favorece al Madrid o el Sevilla sólo es un error, pero un error que beneficie al Barça es un nuevo robo de esa mafia que maneja Villar. La gasolina del ‘Villarato’ la aportan sin desmayo columnistas como el director de “As”, Alfredo Relaño, periodista experto, ecuánime y sensato en tantas otras cuestiones, y algunos colegas de su órbita, Tomás Roncero.
La última acción que derrumba esta chorrada conspiratoria, se produjo en el Real Madrid - Tenerife del pasado fin de semana. Un reciend ascendido, con amargo recuerdo para el equipo blanco, visitaba el Santiago Bernabeu. El equipo insular le estaba jugando con desparpajo al Madrid galáctico de los 250 millones, incluso aparecieron pitos y silbidos para el juego del equipo blanco. En el minuto 28, Drenthe entraba de forma violenta al lateral Marc Brentrán clavandole los tacos a la altura de la tibida, sin balón por medio, lo que para el trencilla sólo fue merecedor de tarjeta amarilla... pocos minutos después Marc tuvo que abandonar el campo para luego conocerce el demoledor parte, fractura del pilón anterior de la tibia (las imagenes no dejan lugar a la duda)...lo que no comprendo es porque Drenthe no fue expulsado como merece la entrada.
En definitiva, culés y merengues deberían tener la boca cerrada y dejarse de presionar a los árbitros porque bastantes favores les conceden a los dos.
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