En una noche pletórica del argentino Leo Messi, el FC Barcelona conquistó este miércoles su décima Supercopa, y tercera consecutiva, al derrotar 3-2 al Real Madrid en un gran partido en un abarrotado Camp Nou que terminó rendido ante el festival del jugador argentino.
Messi, que no está al cien por cien tras volver de las vacaciones tres días antes de arrancar la Supercopa, anotó los dos últimos goles de su equipo y le dio una fantástica asistencia a Iniesta en el primero para ser la pieza desequilibrante en esta Supercopa, ya que en el partido de ida anotó también un gol en el empate a dos en el Santiago Bernabéu el pasado domingo.
Como en el partido de ida, el Real Madrid ofreció su mejor cara y por gran parte del partido dominó y fue superior al Barcelona, que supo defenderse bien, sobre todo con un gran trabajo de Abidal, para luego ser letal ante el marco de Iker Casillas.
El FC Barcelona se permitió hasta el lujo de hacer debutar a Cesc Fábregas, quien entró a los 37 minutos de la segunda parte en sustitución de Pedro y ya saborea el primer título como azulgrana.
Iniesta adelantó a los azulgranas a los 14 minutos tras magistral pase de Messi, pero Ronaldo empataría el partido seis minutos después. Cuando parecía que se iban al descanso apareció el primer latigazo de Messi para poner un 2-1 psicológico en el minuto 44. Benzemá igualó el partido y la eliminatoria para el Real Madrid a los 81 minutos, y cuando todo parecía que se iba a la prórroga, volvió a aparecer Messi para anotar el gol de la victoria y del título a tres minutos del final.
Fue entonces cuando el Real Madrid motró su peor cara, sacó el hacha de guerra y empezó a mostrarse muy duro fruto de la frustración ante la idea perder un nuevo título ante un Barcelona a medio gas.
Así llegó la durísima entrada de Marcelo sobre Cesc, lo que le valió al brasileño la expulsión en los minutos de descuento y lo que provocó una monumental tangana entre los jugadores de ambos equipos, y donde el técnico del Real Madrid José Mourinho agredió de manera alevosa al segundo entrenador del FC Barcelona, Tito Vilanova, al que le metió de manera traicionera el dedo en el ojo, acción que el árbitro no vio.
¿Y donde está el señorío del Real Madrid? Todo asiduo lector de este blog puede apreciar en mis comentarios, opiniones y noticias un cierto sesgo blaugrana, pero lo que no se puede negar, y yo no voy ha hacerlo, es que el Madrid es uno de los clubes más importantes del mundo y de la historia, aunque para tanto señorío del que presumen, ayer no se vio nada de eso en el Camp Nou. En primer lugar, muy feo el detalle de Casillas entrevistado nada más finalizar el partido, volviendo a quejarse de los árbitros, y mi pregunta es ¿de qué se puede quejar el Madrid ayer? ¿Cuántos penaltis no le pitaron? ¿Cuántas expulsiones injustas tuvieron?...lo resumo en un palabra "PATÉTICO". Como patético fue que el Real Madrid no tuviera la cortesía de quedarse a que el campeón recibiera su trofeo y abandonó rápidamente el terreno de juego...cuando el Fútbol Club Barcelona hizo lo contrario unos meses atrás en la final que perdió en Valencia, aguantando como "buenos deportistas" sobre el cesped para aplaudir al justo campeón. Mención aparte merece el entrenador blanco, pero no me voy a molestar en calificar lo que hizo y lleva haciendo este personaje desde hace una temporada en el fútbol español...y que no es otra cosa que dañar la imagen del Real Madrid Clúb de Fútbol.
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