
Ahora bien el Atlético está dispuesto a no lucir publicidad en la camiseta de la próxima temporada. El club rojiblanco no encuentra patrocinador que atienda sus expectativas económicas, de modo que, antes de aceptar una oferta a la baja, tal y como han hecho otros clubes de la Liga, contempla la posibilidad de que la equipación luzca limpia a partir del mes de julio.
Kia, después de seis años de relación, comunicó hace meses la finalización de su compromiso con la entidad del Vicente Calderón. La multinacional coreana, afectada por la crisis, rebajará drásticamente su partida para patrocinios. Desde entonces el club se puso en marcha, atendiendo principalmente a compañías aéreas y casas de apuestas como empresas dispuestas a grandes desembolsos en concepto de publicidad. Entre las primeras se negoció incluso con Fly Emirates y Turkish Airlines.
El Atlético solicitaba de inicio 8 millones por temporada, elevando la cifra que percibe hasta el momento -5 fijos y hasta un máximo de 2.750.000 por variables-, pero enseguida se comprobó que el mercado actual no ofrece candidatos de peso. Por ahí se redujo la pretensión a 6 kilos, cantidad de la que en ningún caso están dispuestos a apearse los dirigentes rojiblancos.
Desde el club se insiste en que no hay prisa por cerrar un acuerdo y en que, de hecho, no se cerrará si no satisface las exigencias planteadas. Por ahí podrían romperse muchas temporadas de patrocinio en la camiseta, desde el de Marbella en época de Jesús Gil hasta el de las películas de Columbia en la de Enrique Cerezo.
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